Ciertamente dentro de los sentimientos que llegamos a experimentar, aquellos de dolor y tristeza son los que muchas veces menos podemos expresar y más necesitan ser plasmados en líneas. Sin embargo, aquellos de amor, cariño, felicidad, también deberían ser escritos para ayudarnos a manifestarlos a nuestros seres queridos.
Recalco que al momento de ponerte frente a la hoja en blanco, no deberías ponerte como objetivo el obtener un texto “extraordinario” en cuanto a calidad literaria. Lo que debes proyectar es plasmar tus sentimientos experimentando con frases y palabras que reflejen aquello que llevas dentro. Te darás cuenta que en cierto punto, aquella frase que salió de la nada resulta contundente y convincente para ti mismo. Al releer tu texto entrarás en el proceso de reflexión que te permitirá entender mejor por lo que estás pasando.
Para que te animes a escribir sobre tu propia vida, te comparto un ejercicio de mi autoría. A mí me sirvió mucho para expresar mejor la felicidad que siento al estar junto a mi persona amada.
Contigo brota el sonido de los oídos
Autor: O. Elizalde
Se elevan gotas de ternura
De la tierra al cielo,
Suben bellas espumas
De dos chicos dulces y guerreros.
Porque cuando están juntos y hablan,
brota el sonido de los oídos
Y las bocas escuchan
Y aguardan como lindos nidos.
Dos muchachos juntan sus bocas
Ya sea en la calle o la plazuela
Se besan y el viento resopla
Mientras al mudo se revela
El nacimiento de un nuevo amor
De un amor que siempre será igual y diferente a los demás. Porque así como disfruto recorrer la calle de Copenhague a tu lado, aprecio las tardes desenfadas en tu casa. Al fin y al cabo los nidos se juntan porque siguen el llamado del corazón. Sí, veo con el alma y toco tu cuerpo con la mente, así todo es diferente a como me enseñaron que es el amor. Aquí no veo hombre o mujer, sino un intenso fulgor que me serena con la intensidad de sus brasas.
Cálidas, Cáusticas, Ávidas
Sinápticas, que encienden y apagan mi cerebro a voluntad.
Bien me enseñaste que
Amor es amor
Por eso te llamo
Hermoso cariño mío,
ven
Necesito más de tu fuego abrasador